domingo, 3 de enero de 2016

Amazona

Se que tú deseo es grande
Mis ganas no disimulan

Me besas, me tocas, me tomas
Yo me entrego
Deseo ser poseída
La urgencia es tal que mis pezones gritan, la presión los hace explotar
Con tu tacto, la piel no se puede tolerar
¿Que más esperas?
¿Que más buscas?
¿Que más quieres?
¡Estoy lista!

La adrenalina me llena de ganas, mis ganas de fuerza, la fuerza apresura mi decisión
Ahora eres para mi
Te tomaré, te usaré
Mi títere
Al lanzarte a la cama te tomare como mi rehén.

Mi pasión es ciega
Mi deseo es egoísta
Tienes lo que quiero
Me complaceré con tu cuerpo

Te miro desde arriba.
Que placer tenerte allí debajo.
No tienes el coraje para moverte, no te conviene moverte.

Tus ojos se abren en su totalidad, me miras con detalle.
Me dejó contemplar, juego con mi cabello, me muestro descarada para ti.
Ahora quiero solo sentir.

Mi humedad es tú puerta de entrada.
Eres bienvenido.

Somos un gemido gemelo.
Un deseo compartido.
Son nuestras ganas.

Tus manos son atadas por las mías.
Ahora le entrego el protagonismo a mi cadera.
Me olvido de todo y me dedico a comprender los placeres del dominador.
Mi cadera se mueve con fuerza.
Te impresiona su violencia.
Me complace tu sorpresa.
Ambos disfrutamos la fortaleza del deseo materializada en mi cadencia.
Nadie mejor que mis caderas para explicarte lo que es el ritmo.

Al abrir mis ojos saboreo tu complacencia.
Eres fuerte.
Quieres luchar con mis ganas.
No te rindes.
Pobre hombre.
No lo has entendido.
¡Eres mio!