viernes, 27 de noviembre de 2015

Angeles y Demonios

Como gritos escucho tus pensamientos al introducir tus manos en mi ser.
Me erizo al saber lo que planeas hacerme.
No puedo más que ruborizarme al aceptar que apruebo tu deseo.
Tu lengua actúa como el más valiente protagonista y tus manos son el cruel antagonista.
Ambas luchan por conquistar mi cuerpo. 
Transformas mi cuerpo en un campo de batalla donde se destaca la maestría de los combatientes.

Que hermoso poder ejerces en mi cuerpo.
No me di cuenta cuando me ataste, cuando me pusiste de rodillas o cuando se lleno mi boca
Tarde un tiempo para entender que tu embestida no es producto de la fuerza, usas tu ingenio para entrar en mi.

Como la más humilde de las vírgenes, me asombro al ver lo que son capaces de hacer dos cuerpos temblorosos y sudados.
Mis piernas te abrazan, no permiten que te alejes.

Te quiero para mi.
Te quiero en mi.
Calma mi apetito por ti.
Satisface mi intención de sufrir.


Todo es posible cuando mis pezones tocan el cielo y mi entrepierna siente el calor del infierno
Soy un ángel que desea ser poseída por ti, mi demonio.

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