Mi Diosa Interior

No te vasto con tener mi cuerpo.
Tu querías más.
No fueron suficientes mis gemidos, tampoco lo fue mi sudor.
Te negaste a engrosar un listado.
Siempre supiste que la estaba conteniendo.
No era mi cuerpo lo que ambicionabas.

Mi piel fue el camino para encontrarla. 

Tus besos abrieron la puerta que la contenía.
Ella estaba allí, cuidada, protegida, expectante.

Tú sabias que ella estaba allí, ella te dejaba pistas, cada vez que me tocabas ella expedía su fragancia para ti.
Tu deseo por tener más que mi cuerpo la hizo salir. 

Al final fue tu esencia masculina la llave que la liberó.

Y por fin la tuviste.
Rompiste la jaula de cristal que la mantenía presa.
Hoy se desnuda ante ti.
Es a ella a la que le haces el amor.
Ahora es ella la que me contiene y me anula.

Mi Diosa Interior

Es la forma mas original de mi ser.
Mi esencia.
Es el hilo que me une a todas las mujeres que he sido.
Mi génesis femenino.
Es Lilith desnuda y orgullosa, de pie frente a todos los Dioses de nuestra creación.

Ella les grita en su cara: ¡Soy una mujer!

Se conecta con tu yo primitivo para alimentarse de orgasmos.
Al estar sobre ti, lucha como una guerrera amazonas, cuchillo entre los dientes, se plantea conquistar cada uno de tus sentidos.

Me abruma la forma en que conoce nuestros cuerpos.
En su presencia solo soy una mortal.
No hay nada que hacer.

¿Eres consciente de lo que hiciste, a quien liberaste, a quien conociste?

Ella es insaciable.