Una copa de Vino

Te contemplo.
Grande, fuerte, grueso e intenso.
Tienes todo lo que me desarma.
Tu contextura es una promesa de maravillosos momentos.

¿Puedo tocarte?
¡Necesito tocarte!

No eres tú, es la mejor parte de ti.
Mis manos se sienten llenas.
Ahora sé que estaré completa.

¿Realmente estoy abajo?
Me siento en el cielo.

Soy una grande y feroz amazonas que tiene todo tu ser entre mis manos y estoy dispuesta hacerte mío sin contemplaciones ni peticiones de tregua.
No hay advertencias, mis acciones serán desmedidas.

Nos miramos y dejamos que nuestros ojos hablen.
Aun sin hacer nada lo sentimos todo.

Las fieras salen a cazar de noche y tú eres mi presa.
Con suavidad pero con firmeza mis manos manipulan tu ser.
Te haces parte de un ritual.
Lo sabes.
Te entregas.
Te va a gustar.

Como Diana cazadora, no soy una niña perdida en el bosque, soy la que atrapa.
Ya en mis redes, solo después que sacie mis ganas, podrás salir de mis territorios.

Desde abajo, mi lengua saborea mis labios.
Desde arriba, tú saboreas mi lengua.
Saboreamos el momento.
Ahora te tengo donde te quería, en mi boca.

Tu mirada es de incredulidad.
Mi mirada es la de una mujer que sabe lo que está haciendo.
Te está gustando.

Me sabes a cielo.
Me sabes a mar.
Tienes el aroma que tiene el peligro al andar.

Me excita tu fortaleza
Me llenas de mas

¡No, no te muevas!

No puedo parar.

A un lado una copa de vino me avisa que llego el momento.
Mi mente es aguda porque mi deseo es profundo.
Mi imaginación es total porque tú cuerpo me permite volar.
Te introduzco en el vino y solo puedes exaltarte al imaginar lo que deseo.
Quiero probar.

Tu sabor es eterno.
El vino en tu piel es inmortal.
Cada probada una fuerza inhumada que llena mi boca y vuelve mi lengua mas juguetona.
Ahora lo sé.
Te gusta.

Somos un par de gigantes fulminados por la experiencia.
Un par de titanes asombrados por el increíble momento.
Soy Afrodita maravillada al descubrir que el sabor y olor mas extraordinario están en tu piel y llegan a mi boca bañados de vino.
Eres Heracles liquidado por una copa de vino y la potencia de mis labios.